lunes, 14 de julio de 2008

Curso de idiomas. 2do día de clases

Tardes buenas yo os deseo, oh, alumnas y alumnos míos que asistís puntualmente a mis clases con afán, todos cogidos de la mano con hermanas y como hermanos. Qué potito y qué herposo! Díos pío!

Sigamos con la relación de animalicos para explicar qué caraio dicen y para qué sirven...

11. El ciervo brama y rebrama.



Este animalico de cornamenta [o cornafresa, según época del año] de dimensiones considerables, es un cachondo mental [o fresal, nuevamente, dependiendo de la estación en la que nos encontremos] de ahí que haga tantas y tantas bramas. Es un poco pesaíto porque es que está todo el día igual: gastando bramas. Hay semanas, en las que hace tantas, que se dice que rebrama. El misterio de este animal es: ¿cómo puede tener tan buen humor con la cornamenta que tiene? Habrá que cuestionárselo a su hembra, queridos niñas y niños.

12. La cigarra carraca y chilla.



Este curioso ser es el único rico en nicotina, alquitrán y monóxido de carbono. Por este motivo, su carne crea mucha adicción. Se suelen encontrar en grupos de 20 indivíduos y vivir en condiciones bastante apretadas espacialmente en habitáculos con forma de paralelepípedo. Es una especie un poco corralera: habla con voz muy alta y es de orígen venezolano, concretamente de su capital, Carraca.

13. La cigüeña castañetea, gruye y crotora.



Castañetea asadamente por las calles de tu ciudad en Navidad y pilongadamente a pleno sol durante el veranico. Gruye porque se asusta con facilidad. La gente le grita: 'No gruyas, cobarde!'. Y crotora porque... porque... porque sólo ella sabe qué caraio es eso.

14. El cisne canta, gazna y grazna.



A mí me encanta ir al cisne a ver peslísculas mientras cosmo paslosmitas de masíz y me besbo mi fantica de lismónsss. Por cierto, este animalico alado canta cuando le da la gazna y, asín, se grazna la vida. Sí, sí. Como os lo estoy diciendo, abuelitas y abuelitos.

15. El cocodrilo llora.



A pesar de su aspecto fiero y su enorme tamaño, resulta que el coco con cara de drilo es muy muy sensible. Tan sensible que llora a cada hora. ¿Y por qué llora? Os preguntaréis vosotros, amigas y sobrinos, con las partes del cuerpo que sirven para preguntarse cosas a uno mismo. Pues ¿por qué va a ser, malditos roedores? El cocodrilo llora porque atisba con su instinto un final de escaparate en cualquier tienda pija, superpija, repugnantemente pija... Un final de escaparate en forma de bolso, de cinturón, de billetero, de zapatos.... Es por ello, oye, que todo cocodrilo, nada más nacer, firma un contrato vitalicio con la firma de pañuelos de papel Mocotex. Y así, día tras día, pañuelos en mano, nadando en sus propias lágrimas...

snif... Coño, que me he emocionado y to... snif...

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